13.3.11

Anoche me acosté con la intención de dormir pero al nada más hacerlo, me puse a pensar en ti. Tu mirada en mi recuerdo, comenzó pronto a sangrar, como una herida cerrada a la que vuelven a apuñalar. Una y mil veces me dije que te tenia que olvidar y un millón mas me maldije por volverte a recordar. Y cuando ya salia el sol y entraba por mi ventana, el sueño por fin me vencia, mis ojos lloraban lagrimas ensangrentadas; porque me di cuenta que son sueños tan profundos que nunca podré olvidar, porque me gustas y te amo, no lo puedo negar.