22.8.11

Hace diez días que te fuiste, hace once que eras mi mundo entero, hace diez eras mi mayor meta, hace nueve mi mayor desesperación, a los ocho eras mi mente. Con el pasar de los días, me di cuenta que no te ibas a acordar de mí, me di cuenta de que realmente no sé si sos “todo”. Aprendí a no confiar en nadie, en que me equivoqué. Equivocarse, no dejo de equivocarme, me pelee con la persona inadecuada, pedí perdón a destiempo, todo comenzó a caer de nuevo. Tu usencia, sumada a la confusión de alguien más, a la confusión que rodea mi pasado, más el colegio, más mis amigas que no me comprenden, mas que no puedo dormir, todo da un número desconocido en mi mente. Hoy volvió tu presencia y me sentí perdida, decepcionada, me sentí vacía. Estoy vacía. No puedo creerlo, olvidaste tu promesa (“el que más tarda en prometer, más rápido cumple”), yo era tu felicidad, pero ahora que tenes una mayor me olvidaste. Aprendí a analizar cada palabra, y te causa pesar volverme a ver. Aprendí a ser como vos: analista.